El calzado se vuelve imprescindible a la hora de conducir un coche, ya que cualquier mala elección puede aumentar las posibilidades de sufrir un accidente.
Zapatillas deportivas, flats o mocasines son el mejor calzado para llevar detrás del volante porque encierran bien el pie, garantizan un buen soporte del tobillo y permiten aplicar la presión adecuada sobre los pedales.